martes, 24 de julio de 2007

El Shinkansen N700 - Nuevo tren bala

El Shinkansen o tren bala japonés de la Japan Railways (JR), con sus 43 años es el pionero mundial de los ferrocarriles de alta velocidad, estrenó este mes su nuevo modelo el N700 el cual sera el inicio de una nueva serie de trenes con tecnologías de punta.
El N700, inició el trayecto comercial de la linea Tokaido que une Tokyo con Osaka, la segunda ciudad mas importante de Japón y distante en 550 km.
El Shinkansen simboliza en Japón la fuerza tecnológica que tiene este país, sin haber sufrido nunca un accidente mortal durante estas cuatro décadas cuando la velocidad era un concepto lejano en Europa y EEUU.
Esta nueva serie N700, actualiza a la antigua serie 700 en muchos aspectos como el ahorro de energía hasta en un 20 por ciento, mas silencioso, limpio, mas ecológico, mas ligero, mejores servicios a bordo y ofrece conexion a internet en el asiento de cada pasajero.
Esta programado que cubrirá toda la red de la JR de aqui a tres años con una flota de 54 trenes con 16 vagones cada una y con una capacidad de transporte de 1,323 pasajeros cada uno.

El agresivo diseño de la cara del tren, en forma de pico de pato, responde, según los responsables del proyecto, a la eficiencia en el consumo de energía y a la aerodinámica pues aseguran que, a pesar de su atractivo, durante el proceso de creación no se ha tenido en mente la belleza.
Los ingenieros de Hitachi, Kawasaki Heavy y Nihon Sharyo, las empresas encargadas de la construcción de los trenes, no han aumentado la estandarizada velocidad máxima de 300 kilómetros por hora del Shinkansen, pero han instalado un sistema que lo hace bascular en las curvas y permite mantener la velocidad de 270 kilómetros por hora en esos tramos.
Pero, además de por su alta velocidad, el Shinkansen es famoso por su puntualidad, llega al extremo de que de entre los pocos trenes que se retrasan, la demora media es menor de un minuto.

SHINKANSEN N700

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lunes, 23 de julio de 2007

Hikikomori ひきこもり - 引き篭り- Apartados de la sociedad

Entrevista a un hikikomori

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La palabra “hikikomori” ひきこもり o 引き篭り, es un problema sociológico grave que afecta a una parte importante de los jovenes japoneses, se les puede denominar como los apartados socialmente.

Calculos realizados recientemente es muy posible que haya un millón de hikikomoris en Japón, es decir, un adolescente de cada doce sufre de “hikikomori”. La mayoría de ellos son varones, y muchos son también hijos únicos.

Son jóvenes adolescentes que se ven abrumados por la exigente sociedad japonesa, generalmente a nivel academico y, que se sienten incapaces de cumplir lo que la sociedad espera de ellos, reaccionando por ello con un aislamiento social. Los hikikomori a menudo rehúsan abandonar la casa de sus padres y puede que se encierren en una habitación durante meses o incluso años.

Tener un “hikikomori” en la familia normalmente es considerado un problema interno de esta, y muchos padres esperan mucho tiempo antes de buscar una terapia psicológica. Además, en Japón la educación del adolescente corre a cargo de la madre, por tradición, y puede que el padre deje todo el problema del “hikikomori” a la madre, la cual se vuelve sobreprotectora con su hijo.

En un principio, la mayoría de los padres se limitan a esperar que el joven supere sus problemas y regrese a la sociedad por su propia voluntad. Lo ven como una fase que el adolescente ha de superar. Además, muchos padres no saben qué hacer con un hikikomori, y simplemente “esperan” debido a la falta de otras opciones. Normalmente no se fuerza (o se tarda mucho en hacerlo) de forma radical al adolescente para que vuelva a integrarse a la sociedad.

Para estos adolescentes es normal que no exista lugar más seguro que las cuatro paredes de su habitación, lugar donde nadie puede atacarle, ante esa situación de gran tensión social y emocional lo mas fácil es encerrarse y dejar pasar los años.

Casi sin contacto con el mundo existente más allá de la puerta de sus habitaciones, pasan semanas, meses e incluso años sin ver a padres y hermanos, que les dejan los alimentos en la puerta para poder al menos subsistir, renunciando a los estudios, durmiendo durante el día y pasando la noche escuchando música, navegando por Internet, jugando a videojuegos. Sin lavarse, y almacenando basura durante meses.

La mayoría de estos adolescentes deciden encerrarse en sus habitaciones depues de tener un desengaño amoroso o tener bajo rendimiento academico, lo que empieza como una simple manera de escapar de esos problemas se convierte en años de reclusión voluntaria.
Dentro del trastorno hay diferentes variantes: algunos salen por la noche pero rehuyen la compañía y la conversación, otros al sentir presión por sus padres para hablar o salir del cuarto se ponen violentos o amenazan con el suicidio, otros hablan un poco con la familia. Los afectados por el hikikomori están entre 1 y 5 años en sus habitaciones.

Hay diferentes opiniones sobre el tratamiento que debe seguir un hikikomori, y las opiniones a menudo se dividen en un punto de vista japonés y otro occidental. Los expertos japoneses normalmente sugieren esperar hasta que el hikikomori se reincorpore a la sociedad por su propia voluntad, mientras que los médicos occidentales piensan que hay que forzarlo si es necesario. En cualquier caso es necesaria una ayuda psicológica, ya que muchos padres se ven abrumados por los problemas de un hikikomori.

Según diversos sociólogos, existen dos causas esenciales, el horario laboral de los padres, que impide cualquier normal comunicación con sus hijos, y la enorme competitividad escolar, (como en cualquier lugar y familia, los progenitores siempre pretenden que sus retoños les superen alcanzando un mejor nivel de vida).

Durante los últimos años Japón posee la mayor tasa de suicidios del mundo. El ritual del hara-kiri o seppuku se sigue usando, pero los métodos más frecuentes son saltar desde edificios o arrojarse a trenes en marcha. Los sociólogos atribuyen esta alta incidencia al paro creciente, a una cultura que glorifica el suicidio, y a niveles demasiado altos de competitividad en la sociedad. Hasta cuando…?

Todo ello es un buen caldo de cultivo para que la ligera línea de equilibrio de la mente humana se haya roto por uno de sus puntos más débiles, la comunicación, o mejor dicho su carencia


sábado, 7 de julio de 2007

Sadako Sasaki - "Este es nuestro grito. Esta es nuestra plegaria. Paz en el mundo"


Falta poco para commemorar uma año mas de la explosión de la bomba atómica en Hiroshima, ataque perpetrado por los EEUU el 6 de agosto de 1945.
Fué el mayor crimen de la historia que en el momento de la explosión mató a mas de 120,000 personas de las 450,000 que habitaban en la ciudad y que se añade hasta estas épocas mas victimas.

Esto me hace recordar el caso de la niña japonesa Sadako Sasaki, quien falleció a los 12 años victima de leucemia como consecuencia a la exposición de las radiaciones generadas por la explosión, ella tenía tan solo dos años en el momento de la explosión.

Sadako era una chica fuerte, atlética y con mucha energía, no se le veia afectada fisicamente por la bomba pero en 1954 mientras participaba en una carrera, comenzó a sentirse mal y cayó al suelo lo cual generó su hospitalización, donde le detectaron leucemia, la llamada "enfermedad de la bomba atómica".

Ya en el hospital una amiga suya llamada Chizuko Hamamoto le recordó una vieja historia japonesa sobre alguien que tras realizar mil grullas en forma de figuras de papel le sería concedido un deseo por los dioses. Chizuko le regaló la primera grulla que realizó en papel dorado y le dijo "aquí tienes tu primera grulla". En los meses siguientes Sadako se dedicó a realizar grullas de papel, con la esperanza de que los dioses le concedieran el deseo de volver a correr de nuevo.

Pero tras la muerte de un niño amigo suyo en el hospital, pensó que no sería justo pedir la curación sólo para ella, así que pidió que el esfuerzo que estaba haciendo sirviera para traer la paz y la curación a todas las víctimas del mundo. Por desgracia, el avance de la enfermedad le impidió alcanzar su objetivo, muriendo el 25 de octubre de 1955 tras 14 meses ingresada en el hospital. Con el papel de los indicaciones de las cajas de medicinas y otros que iba encontrando llegó a completar 644 grullas de papel.

Tras su muerte, sus compañeros de colegio se encargaron de completar el número de grullas que faltaban para llegar a las mil.

En 1958, en el Parque de la Paz de Hiroshima fue erigida una estatua en memoria de Sadako Sasaki y de todos los niños que murieron a causa de las bombas atómicas. Donde se muestra a Sadako en la parte superior sosteniendo una grulla dorada en su mano, y en la base está escrito:

"Este es nuestro grito. Esta es nuestra plegaria. Paz en el mundo"

La impactante historia de Sadako pronto traspasó los límites de Japón, convirtiendose en un referente del pacifismo en todo el mundo. Aun hoy, cada día llegan al monumento nuevas grullas realizadas por escolares de todo el mundo, todas con un mensaje de paz.

Muchos escritores, poetas, musicos utilizaron la historia de Sasako para mostrar al mundo que necesitamos Paz, obras que se convirtieron e simbolos de lucha antibelicismo y que este crimen sobre la humanidad no se vuleva a repetir.

El 6 de agosto de 1990 se inaguró una estatua en bronce de Sadako Sasaki en el Parque de la Paz de Seattle (EEUU), conmerando el 45º aniversario de la tragedia.




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